ENSAYO /// accion (un cuento) /

Este cuento no empieza con ‘había una vez’, porque sino no vale.
No vale, aparte, porque toda la historia no es acerca de una persona ni de un principe, ni una princesa, ni de un sapo rey, ni de una reina mucama, ni de un reino, ni de una galaxia muy-muy lejana, ni de un monstruo ni de un amor imposible ni de un odio insoslayable, ni siquiera de un simple objeto, sino de una acción.

Esta acción tenia el problema de tener voluntad propia, cuestión difícil de manejar cuando uno ordena a una acción producir una reacción.. pero no, esta acción no quería ser actuada. Su pareja reacción tenía pánico escénico o simplemente la acción era demasiado vaga como para moverse del potencial y pasar al mundo cinético, pero la situación era que definitivamente la acción quería seguir en su estado pasivo y potencial eternamente. En una conversación filosófica con ella misma en una pausa de su actividad, había descubierto que si se quedaba el mayor tiempo posible en potencial su vida podría alargarse, hasta a lo mejor llegar a ser eterna. Además, al quedarse sin actuar su reacción podía adaptar hipotéticamente la forma que más le agradase, finalmente la imaginación es infinita. La determinación férrea de la acción realmente le produjo problemas con su reacción, que sentía que su corta vida se estaba alargando en una deformación constante a causa de no tener propósito alguno. Todavía más problemas tenia tratando de conservar amistades con otras acciones con menos ideas retóricas y menos determinación a quedarse quietas, finalmente una acción se actúa casi naturalmente, y así sus amistades pasaban demasiado rápido por delante de su quieta vida.
El usuario de acciones (determine usted lector quien quiere que sea, si un objeto, una persona o simplemente una acción que como reacción tenía a esta acción) completamente preocupado por el asunto trataba de hablar con la acción y hacerla reflexionar sobre su decisión, pero la acción daba caso omiso a todas las recomendaciones. El tiempo iba pasando, y realmente esta acción ya empezaba a tener porte de eterna, inmutable y completamente potencial. En ningún momento de su existencia se dudo que ella estaba ahí, la acción era acción, solamente no estaba siendo ejercida... hasta ese fatídico día que el usuario de acciones (que usted lector debe tener ya definido desde hace unos minutos atrás) decidió no actuar mas y dejar sus acciones bajo la reacción del destino incierto. Todas las reacciones de las acciones actuadas, satisfechas por haber cumplido su ciclo fueron todas de vacaciones permanentes al recuerdo eterno, mientras que nuestra acción, sin ningún otro lugar a donde ir tubo que conformarse con un espacio indefinido entre un segundo simple y el olvido.
Llegando a la puerta del olvido para pedir direcciones, amablemente el portero le pregunta cual era su nombre.

‘Me llamo el beso que no le robe’

Y este cuento no termina con ‘colorin colorado, este cuento se ha acabado’, este cuento termina con un punto, el punto final.

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y si cabe mencionar una moraleja:
"Nunca dejes para mañana lo que puedes hacer... AHORA!"